Poco a poco, el mundo de las bicicletas se va llenando de cada vez más elementos tecnológicos y queramos o no, es una realidad a la que debemos acostumbrarnos, siendo Google Maps nuestro mejor aliado en la ciudad.
El primer gadget en llegar a nuestras bicicletas fue el cuenta kilómetros, que con el paso del tiempo ha ido mejorando con otros sensores como el de cadencia de pedaleo o pulsómetro, si somos de los que queremos tenerlo todo integrado. Esos primigenios “cuenta” como se les suele llamar en el mundo de las bicicletas, dieron un paso de gigante con los actuales GPS específicos para las bicicletas o deportes de riesgo, que nos llenaron la vida de tracks y waypoints, sin los cuales muchos de nosotros nos es difícil imaginar una ruta. Su diferencia principal con otros GPS es su resistencia y según los modelos la buena visibilidad de la pantalla, además de poder usarlos con guantes.
Todos estos elementos, nos han ido facilitando el acceso a lugares donde antes teníamos que aventuraros sin apenas información previa, con un mapa topográfico bajo el brazo y una brújula para los momentos más peliagudos.
A día de hoy, con las funcionalidades de los teléfonos móviles, se podría prescindir de todos estos gadgets y para los más urbanitas Google Maps, después de mucho tiempo ha incorporado la opción de planificar rutas en bicicleta. A la aplicación todavía le faltan muchas mejoras, que se irán incorporando con el paso del tiempo como es el recorrido por carriles bici en algunas ciudades, pero de momento nos permite ir de un punto A hasta un punto B, sabiendo además de la distancia el desnivel de la ruta y el tiempo que necesitaremos. Un dato importante si vivimos en una ciudad con grandes subidas y bajadas o si queremos llegar a nuestro destino en la ciudad, sin haber sudado demasiado y avisar de lo que tardaremos en llegar.
Desde la redacción de Clootbike la hemos usado y lo que más nos ha gustado es la opción de descubrir nuevas rutas y zonas de nuestra ciudad para llegar a un destino, así como que la aplicación nos vaya dando indicaciones sonoras de los próximos giros.
No recorras siempre los mismos lugares,
a veces es mejor dejar atrás una calle,
para encontrar un nuevo camino.