Esta innovación tecnológica viene heredada de las bicicletas de ciclocrós, que desde el año 2016 comenzaron a verse en algunos modelos y que estamos seguros que en los próximos años será un nuevo standard en los cuadros de las bicicletas de montaña. En este caso es una de las pocas ocasiones en las que el mundo de las bicicletas de montaña heredan una tecnología de otras disciplinas, por lo que es algo a tener muy en cuenta.
Según la propia Shimano, estas nuevas pizas de freno ofrecen la misma calidad y potencia de frenada que sus homónimos Post Mount, con un anclaje más ligero y simple, pero con una mayor superficie de apoyo. Esta mayor superficie de apoyo repercute en menores vibraciones y un aumento en la sencillez a la hora de la instalación de los frenos, además la posibilidad de aligerar los cuadros y realizar nuevos diseños por parte de los ingenieros.
La principal diferencia respecto a los Post Mount, es que la rosca de fijación de los tornillos están incluidas en la piza de freno y la pinza se ancla al cuadro apoyada sobre la vaina trasera, cuyas pestañas que antes sobresalían, ahora se accede a ellas desde el lado contrario.
Ante nosotros tenemos un nuevo panorama hacia el futuro de los cuadros de mountain bike que debemos tener en cuenta a la hora de actualizar nuestras bicicletas de montaña con los nuevos frenos de Shimano. El tiempo nos dirá si este nuevo estándar se queda para quedarse como tantas otras veces ha sucedido, en dónde no le veíamos sentido o utilidad, pero a veces más allá del márquetin, al que a veces achacamos todos los cambios, existe una razón de peso por parte del Shimano y de sus estudios de viabilidad y fiabilidad para mejorar el día a día de este deporte que tanto nos apasiona.